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Mostrando entradas de 2016

Un niño sobre la tierra

Está terminando el año y yo lloré en el baño. Lloré mientras me duchaba, en uno de los baños de la pensión, de una forma inesperada, chocante, como una avalancha de sentir al alma, un estrellato de magia, y de la buena, por suerte. Lloré en el baño de la pensión en la que viví por un año a 12 hs de irme, de irme porque cambio, porque trasmuto (?), porque me voy de viaje, porque me voy a España, porque me voy a ver a alguien luego de 10 años. El sentir me afloja el cuerpo, y el alma. Y la mente soporta el dolor de lo emocional, y llora de felicidad, por que la Dicha a veces duele, y la Dicha del desdichado cuando logra tenerla, cuando sabe que está siempre a su alcance escondida por ahí, pega la bofetada del presente diciéndote que el ahora es ahora, que no hubo nada, que quizás ni haya, porque lo eterno siempre es el hoy, o como dice mi querido Ceratito "siempre es hoy", como él que es a cada minuto de la misma materia de antes de llegar a este planeta. Las lagrimas era

Diarios perdidos

Voy a tener que mover el recuerdo y el alma. Voy a mover el cuerpo y las entrañas y aunque lo hiciera no cambiaría nada. No puedo chocar el cielo infinito, no puedo mover una nube inamovible, no puedo mover el alma tres casilleros atrás. Y aunque quiera, aunque lo dije, aunque ese pasado yo lo anhelara, no puedo, no puedo ver el resplandor con los ojos cerrados, no puedo amarte sin saberme, no puedo abrir el alma con una llave. En cambio, puedo guardarte, puedo torcerte, puedo abrazarte y cuidarte. No puedo romperte (sos irrompible). Puedo amarte, porque sos eterno, porque cambiaste, que suerte que cambiaste. Que suerte que lo hiciste, que suerte que la encontraste, que te quedaste. Que suerte que no estás conmigo, que suerte que no te entregaste. Ahora, no puedo romperte, pero puedo abrazarte (por suerte solo estirarte, torcerte y sincharte) y cuidarte. Y guardarte. (Lo encontré en un diario del año pasado y estaba algo borroso lo escrito, lo único que hice fue una transcripci

Mucha ropa.

Hoy voy a dedicarme a escribir un post sobre mi ropa. Sobre todo la ropa que tengo en mi armario (provisorio) y que logra que mi maleta esté cada vez al borde de la explosión. Comencemos con que me puse a ordenar ropa encima de mi cama (provisoria) y era tanta, de tantos estilos, colores, diseños, etc., que me di cuenta que no me falta ropa, y lo que es mejor, tengo tanto para combinar como para elegir de que forma quiero salir a la calle. Tengo absolutamente todo tipo de prendas, y la variedad es genial. Por ende, he notado que en estos dos años de independencia en que todo comenzó con un "Hola mamá, me largo de casa" para irme a lo de mi papá para luego decirle "Hola papá, creo que me largo de casa" y terminar viviendo en una pensión de mala muerte entre prostitutas adictas al crack, venta de drogas y llantas de auto, lo que más he hecho, es gastar en ropa; ropa que me identifica; ropa que me pongo para ser diosa, para sentirme bien, para ser Nataly, y lo más di

Encuentro en el Paraíso de Kafka y Neruda.

Publico en esta entrada mi diálogo perteneciente a mi segundo parcial de Sexto Año de Literatura en el liceo IAVA. Era una niebla espesa que se acentuaba cuando más se agitaba el paso. Un ámbiente frío y desolado, pero silencioso, y en ese silencio había paz. Se sentía en lo alto, quizás Dante volvía para prevalecer, para volver a desafiar los reinos del universo, infierno, paraíso y limbo, pero no, era el simple lecho de las almas que podían verlo todo. Se encontraron Kafka y Neruda en ese lugar, y se miraron, se sentaron en un banquillo, y se reconocieron. Kakfa: Usted es Pablo Neruda, ¿verdad? Neruda: Sí, Pablo de Chile. ¿Usted? Pare, usted es Kafka! ¡El gran insecto amado por todos sus lectores! Kafka: No lo creo, quizás amado pero no por mi mismo, ojalá hubiera sentido tal dicha de la felicidad, me tocó una mirada escéptica, usted sabe, cuando se entiende mucho también se sufre mucho. Neruda: Sí, la lucha por mi pueblo costó, incluso todavía aquí con usted sient

Luz Infame Entrando Por La Ventana

Estaba sentado hace horas, hace días. En el mismo sillón, en el mismísimo sillón, pensando y relatando en mi mente los hechos continuamente, hace días y horas, y podría contabilizar los minutos de lo enfermizo que se volvió esta alienación a vos, a vos mujer. Hace ocho horas no pruebo bocado, y estipulo que en las próximas ocho horas sucederá un desvanecimiento en mi cuerpo, en mis entrañas, porque ya no como ni vivo, me alineo con el tiempo, y me dejo llevar y ya no siento, no huelo, no toco, no pienso, no me quiero pensar. En las próximas semanas empezaré un curso, y haré algún trámite superfluo de como van mis cosas administrativas, de como han ido, quiero decir, ese certificado de que existís en el territorio nacional, sobre el pavimento, de que sos una persona sobre la calle parada pensando; tal ejemplo de un buen certificado es un análisis de sangre anual, o una más clara, mi acta de nacimiento. Pero cuando me pienso, te pienso, y debe ser la razón congénita de porque hace hor
Ahora sí es una trampa. Lo descubrí.  Porque cuando yo no olvidaba o dejaba ir, o me quedaba mirando cinco meses tu misma foto es porque yo soy una boluda que proyecta cosas mías en vos, pero sos un boludo, ¿Sabías?, ya te lo va a decir tu madre, yo lo digo en mi escrito.   Si yo dejo correrte dentro de mi es porque me enfermé. Me enfermé de tu ilusión, y tu ilusión no es real, me hace mal, es mentira, las mentiras hacen mal, ya te lo va a decir tu madre.   Fulana es entrañable. Quiero decir, tiene unos labios re gorditos y rosados, y tienen la inmensidad ahí adentro, si los mirás de cerca a sus labios, quiero decir. Y hace un tiempo no la magnificaba así, porque la tenía metida en el cuerpo nomá, ahí, en la sangre, corriendo, divirtiendose, como se divertían esos otros insulsos que me gustaron, que me rompieron el capricho. Pero creo que Fulana se está metiendo en el alma.   No son personas insulsas, ¡claro que no! Imaginate yo llamar a otro individuo "insulso&qu

Plenos Y Felices.

Esto es extraño, y un poco agónico, porque pasó, por ende, no está más, cuestión que la vuelve triste. Hoy voy a ser tu cliché preferido contandote lo siguiente porque siempre se puede ser un buen discipulo de Coehlo y ser un ramo de rosas andante proliferando el rosa como color de vida. Pero me pasó, fui rosa, y me tengo que hacer cargo de mis indecencias. Yo, soy una gran stalker de almas, de perfiles de Fcebook también, pero stalker de almas lo soy por vocación propia y ajena, de la vivencia que me toca, el interno que está externo, ahí afuera, mirando cosas que no debe mirar, pero que mira igual, y así se "enamora" y tiene locas pasiones con jovenes, viejos, mujeres, adolescentas, etc. Pero son vacíos, son en base a cosas insanas dentro de mi, de esa cuestión pasada acumulada que creo a seres que cuando veo caminar por la calle me llegan, y mi radar los denota, y puede stalkear y las ve, pero no las ve, las ve mi ojo engañado y que engaña, y que termina falseando y actuan

Sábado Fulero

Aprendí a usar Pedidos Ya cuando mi sábado no era lo que me esperaba en absolutamente ningún vértice de la realidad. Aprendo a usar Pedidos Ya cuando mi sábado (hoy, ahora, este sábado) no es lo que espero. O capáz que sí, ligada en cualquier situacion de mi vida al bullicio fatídico de la ironía, de mi existencia, de lo que elegí para ella, y hasta de la empanada última que comí de mi gran pedido que por supuesto, era la mas fea, porque la fea nunca puede ser la última; uno necesita quedarse con el momento glorificador de tal cosa (coso pum ñero) y que la fea no sea la última. Me fui de tema. Como siempre. Aprendí a usar Pedidos Ya cuando mi sábado no es lo que esperaba. Arriba gritan y patalean las gringas brutas y bulliciosas invitadas por mi gran vecino (el de la otra pieza chica como la mía), abajo yo enguarnecida en la cama mirandome las piernas, la juventud en mis piernas, mis piernas, juventud, ya no intento esta noche más, ni entenderte, ni entenderme, ni entender fascismo